miércoles, 30 de julio de 2008

Plataforma marciana libra a la playa Bagdad del azote del huracán Dolly


























Oscar Treviño Jr.


H. Matamoros, Tamaulipas.- Para no ser víctimas de las burlas, algunos pescadores de la playa Bagdad, dicen que desde 1969 se avistaron platillos voladores y creen que los marcianos hicieron una especie de plataforma acuática.
“Esto impide que los huracanes, ciclones, y tornados azoten Matamoros, la plataforma desvía los meteoros como el de ahora, de allí que creen que Dolly se desvió a la costa de Texas desde Brownsville a Corpus Christi.
La leyenda cobra vida que se cuenta de generación en generación, es por eso que los que nacieron en Matamoros confían, de allí que el meteoro Beulah y los siguientes hasta llegar a Rita, Katrina, Emily y ahora Dolly no azotaron con fuerza.
Pero la leyenda urbana cobra especial atención porque en los huracanes mencionados se detectaron luces misteriosas por un avión espía no tripulado, el ER-2 de Estados Unidos , que al sobrevolar la zona de la tormenta, pudo observar "frecuentes rayos en el muro cilíndrico de nubes que rodea el ojo del huracán".
No se trataba de un fenómeno aislado, sino de "varias iluminaciones por minuto", afirma Richard Blakeslee, del Centro de Climatología e Hidrología Global en Alabama.




No hay desastre


La playa Bagdad está en inmejorables condiciones, los hoteles de la ciudad funcionan a su capacidad, después de una semana del azote del huracán “Dolly”.
“Estamos en pie”, es una frase repetida por el alcalde Erick Silva Santos; secundada por Manuel Iglesias García, presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Matamoros, así como de la Oficina de Convenciones y Visitantes.
“Vengan a la playa” invita Javier Quintar Gómez, presidente de los Prestadores de Servicios Turísticos de la playa Bagdad, A.C., así como Camilo Cisneros Almaguer, líder de restauranteros y vendedores de artesanía de la playa Bagdad.
El miércoles pasado azotó el meteoro, pero al siguiente sábado y domingo, arribaron paseantes y curiosos, situación que avivo la confianza de los habitantes de la playa, por lo que algunos comerciantes y pescadores hicieron ventas.

Evaluación
Salvador Treviño Garza, titular de la Agencia Ambiental para el Desarrollo Sustentable del Gobierno del Estado y Norma Cordero González, diputada y presidenta de la Comisión de Turismo, hicieron un recorrido por la playa ayer y sostuvieron varias reuniones de trabajo.
Recibieron 38 expedientes de quienes sufrieron daños en restaurantes, fondas y comercios varios, cuyas peticiones son de apoyo para la reconstrucción.
“Mientras que nos llega el apoyo económico, hemos pedido fiado a cuenta de lo que nos llegará”, conviden los restauranteros. Al martes anterior otros 12 presentaron idénticas peticiones al titular de Sedesol municipal.
Treviño Garza explica que hay un serio problema de contaminación que debe atenderse de inmediato “independientemente de los daños, hay mucha basura que retirar entre tablas, palos y lo que previamente dejaron los turistas, porque ya se hizo la limpieza antes del meteoro” –dice-.

El viernes
Este viernes –dice Salvador Treviño-, presentaré mi evaluación lo que generará que la diputada, pueda solicitar apoyos de reconstrucción, aunque lo que hemos notado a grandes rasgos es que los daños podrían ser de aproximadamente 250 mil pesos.
“Mi contraparte, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales –Semarnat-, también hará una evaluación y ambos la presentaremos a la secretaría técnica de Finanzas que a su vez la turnará al Fondo de Desastre Nacionales –Fonden-”, dice Treviño Garza.
Javier Quintanar confía en que la ayuda económica venga con la prontitud, porque una parte de los habitantes ya están pidiendo fiado, porque hay que trabajar y la gente está comenzando a llegar, porque hay que recordar que es temporada de vacaciones.

A rezar
El miércoles pasado en la tarde el meteoro tenía una velocidad de 13 kph, con vientos sostenidos de 140 kilómetros por hora:
“Yo me vine a mi local –se llama Costa Azul-, lo bueno fue que el huracán tenía categoría dos. Tenía temor, pero me acompañaba mi esposa, mi hijo y su esposa. Lo bueno es que no nos pego de frente al mar, por eso ahora le gente dice que no pasó nada, pero los daños todos los tenemos en la parte posterior”, dice Camilo Cisneros.
Cisneros Almaguer, asegura que los vehículos se movían por el viento, su restaurante perdió una parte de las tejas, así como un tambo de mil 100 litros con todo y agua: “el aigronazo se lo llevó y no sé dónde quedó”, dice.
Asegura que su familia rezaba, se encomendaron a Dios, primero para proteger su vida y luego sus pertenencias, había que estar en la playa porque la rapiña es dura. “Si se me cae el restaurante me arruino, no tengo dinero, más que lo poco que estamos sacando en este momento”, explica apesadumbrado Camilo.